miércoles, enero 12, 2005

Sonrisa


No tengo muy claro lo que es el arte, junto con la poesía, me gusta encontrármelo o descubrirlo en la calle.
Tropiezo con el arte cuando miro en la acera una tapa de alcantarilla, o un remache de bronce redondo que no sé que pinta ahí, perdido en medio de una loseta.
Cuando entro de refilón en una obra de teatro mal publicitada, en donde hay más actores que espectadores y te encuentras con verdadero teatro, trabajado, vanguardista, poético; después la vuelves a ver, ya reconocida, y no es lo mismo, es un espectáculo más.
Cuando escucho a aquel viejo recitar una poesía infantil, y sentir que es algo único, su rostro, sus ojos, su sonrisa, sus arrugas, sus manos callosas sosteniendo el papel.
La poesía que le leerá su nieto cuando se muera.

No sé si esto será o no arte.
Pero a mi me eleva el espíritu.

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