Unas veces eran palabras, pensamientos, impresiones, sinsentidos; otras, historias bonitas o estrafalarias. Todo ello entrecruzado, y recogido al vuelo, entre dos habitantes de la red.
Ya no.
Palabras
sed de palabras
portadoras del alma del otro
ropaje necesario para hacernos visibles,
no importa como fluyan
vagas, retorcidas, gastadas como un guante viejo,