
-Entramos, ya que no viene nadie?
-No, yo prefiero con mucho quedarme aqui, con tu cabeza en mi hombro mirando como vuelven las estrellas. Y no me importa que nadie llame a la puerta, es más, creo que me molestaría tener que levantarme a abrir. Desvanecería este sueño romántico en que cobramos vida.