Unas veces eran palabras, pensamientos, impresiones, sinsentidos; otras, historias bonitas o estrafalarias. Todo ello entrecruzado, y recogido al vuelo, entre dos habitantes de la red. Ya no.
domingo, julio 24, 2005
tres más
hablar
como una cotorra cuando tengo algo que decir o con quien me encuentro a gusto
aunque paso bien por una persona tímida y callada.
escuchar
un placer del que no disfruto cuando me encuentro con un pelma.
callar
relacionado con el anterior, he pasado bastantes años de mi vida callada, es decir, concediendo más importancia a las palabras de los demás que a las mías. Su única ventaja es que, a la larga, conduce a la reflexión y te vuelve templada.
(prometo que no callaré nunca más)
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