
te añoro cuando me quedo sola
y no sólo...
sólo que, cuando me quedo sola,
no sabes bien cuánto te añoro!
Unas veces eran palabras, pensamientos, impresiones, sinsentidos; otras, historias bonitas o estrafalarias. Todo ello entrecruzado, y recogido al vuelo, entre dos habitantes de la red. Ya no.