lunes, febrero 28, 2005

jlhb


Lluvia que moja las paredes de las casas. Lluvia que llueve sobre la tierra mojada. Lluvia que inunda las calles, las aceras, los parques. Que empapa la ropa tendida, que entra en las casas. Que se precipita a chorros desde cornisas, balcones y tejados, desde cañerías y desagües. Lluvia que moja mis zapatos. Mis pantalones, mi cara y mis ojos.

Lluvia que está por todas partes.

He buscado reparo bajo árboles, toldos, entrantes y salientes, pero me sigo mojando.

Veo gotas de agua en los rostros de la gente. En sus hombros y en sus manos. Hay quien bebe, quien se cobija y quien camina a merced del aluvión como si nada. Quien corre, quien espera. Quien se moja y quien se seca.

Y yo en medio. Pensando, esperando, que mañana salga el sol.

(Juan Pantano)

miércoles, febrero 23, 2005

errática

También me he dormido yo. Me tranquiliza a veces pensar que aquí no entra nadie y puedo decir lo que quiera y soñar lo que quiera porque nadie va a mirar.
Porque ya ha mirado y se vuelve de espaldas para irse, entonces le cojo la punta de la chaqueta, le tiro, eh! ven, que sigo aquí, que esté callada no quiere decir que no esté. O que no quiera que te quedes un ratito conmigo. Siéntate a mi lado, acaríciame el pelo hasta que me cosquillee la piel y se me adormezcan los pensamientos.
Vuelve, no te vayas aún sin leerme para comprobar que sólo duermo, porque las palabras no significan nada, únicamente están aquí por mi.

jueves, febrero 10, 2005

Sonrisa


Tengo esta imagen como fondo de pantalla en mi ordenador desde que abrí este blog. Me atrae esa mirada limpia, directa; el gesto natural.
Un día mis hijos me preguntaron que quien era. Yo, de jovencita, les dije riendo. Lo bueno es que se lo creyeron; y ahora, si les pegunto quién es, me dicen convencidos: tú.

He llegado a la edad en que mi cara ha cambiado tanto que ya pude haber sido cualquier otra.


sábado, febrero 05, 2005

Soppravivere nella siccità


Io, como amante del deserto che sono, ho imparato a vivere nella siccità. Ora che l'acqua mi manca, che il vento non soffia più al mio fianco portandomi sabbia agli occhi, ora che il sole, indifferente,continua il suo corso verso il tramonto, mi sento sempre più pieno. Io so che guardare l'orizonte vuoto, piatto ed sterile, non si fa solo con gli occhi. Alle volte non solo essi servono per vedere: c'e qualcosa nella tua testa che te lo dice, sussurrando, che anche se il cielo è liscio e la terra dorme l'acqua sta arrivando. Là dove le distanze sono giorni, e non metri, tutto ha un suo significato e non si può cambiare.
L'attesa è la vita. E solo chi non attende, chi non ascolta quello che il deserto dice, perde ogni possibilità di sucesso.
Ma la vita continua. Qui nel deserto. Che no è deserto ma vivo, que tu lo guardi e lui ti guarda.
Il deserto.

(juan pantano)