lunes, enero 31, 2005

Sonrisa



El desasosiego de los demás

produce en mí

un sentimiento tranquilizador.

Qué cosa más tonta!

martes, enero 25, 2005

No hace mucho tiempo...



No hace mucho tiempo, yo era una persona distinta. Para bien y para mal.
No hace mucho tiempo que me encontré ante un cruce de caminos y me fui campo a traves empujado por un viento racheado de componente noreste.
No hace mucho tiempo, vi un águila pasar por encima de mi cabeza en busca de una presa. Y tal vez la encontró.
No hace mucho tiempo, los días eran mas largos y ahora tengo que aprender a vivir de noche, con las pupilas bien dilatadas.
No hace mucho tiempo, las cosas que decia para reafirmar mis sentimientos parecian coherentes. Ahora ni pienso en ello.
No hace mucho tiempo, me puse de rodillas para limpiar una mancha de sangre que provenía de mi cuerpo. Y tuve que respirar hondo para no marearme.
No hace mucho tiempo que cambió mi número de la suerte y desde entonces juego sin ganar ni un duro. Pero no pierdo o al menos no me lo parece.
No hace mucho tiempo, me encontré solo en medio de un prado. La hierba era alta y el sol me picaba en la frente.
No hace mucho tiempo todo esto y otras cosas tenian un significado. Ahora no sé que quieren decir pero me da igual.
No hace mucho tiempo, hoy era el futuro. Ahora es el pasado. Y lo que fue o no fue ya paso y no volverá.
No hace mucho tiempo pensaba cosas que ya no pienso, decía cosas que ya no digo y esperaba que el mundo fuera lo que no es.
No hace mucho tiempo, me empapaba bajo la lluvia mientras silbaba una canción. Terminé con fiebre pero no duró mucho.
No hace mucho tiempo mi reloj se paró. Pero ahora funciona de nuevo y no parece molestarle.
No hace mucho tiempo hice una promesa que no cumpliré. Pero eso no cambiará la vida de nadie porque no tenía importancia.
No hace mucho tiempo que me puse a escribir y me quedé dormido. Soñando cosas extrañas pero bellas. Sabiendo que al despertar estaría mejor.

(juan pantano)

sábado, enero 22, 2005

sábado, enero 15, 2005

miércoles, enero 12, 2005

Sonrisa


No tengo muy claro lo que es el arte, junto con la poesía, me gusta encontrármelo o descubrirlo en la calle.
Tropiezo con el arte cuando miro en la acera una tapa de alcantarilla, o un remache de bronce redondo que no sé que pinta ahí, perdido en medio de una loseta.
Cuando entro de refilón en una obra de teatro mal publicitada, en donde hay más actores que espectadores y te encuentras con verdadero teatro, trabajado, vanguardista, poético; después la vuelves a ver, ya reconocida, y no es lo mismo, es un espectáculo más.
Cuando escucho a aquel viejo recitar una poesía infantil, y sentir que es algo único, su rostro, sus ojos, su sonrisa, sus arrugas, sus manos callosas sosteniendo el papel.
La poesía que le leerá su nieto cuando se muera.

No sé si esto será o no arte.
Pero a mi me eleva el espíritu.

martes, enero 04, 2005

Reflexión.



La juventud es ese periodo de la vida en el que uno se debate entre la cordura y la locura sin darse cuenta y todo parece tener una finalidad, un destino, aunque oscuro, y sin definir, sorprendentemente nítido a fin de cuentas.

El problema es cuando alguien te llama abuelo y te das cuenta de que en verdad es tu nieto. Entonces sólo te queda contar historias, sacarlas de tu cabeza como si, al compartirlas, te quitaras algunos años de encima y asi ese destino volviese a cobrar realidad ante tus ojos por un momento.

No es la vejez lo que me preocupa sinó la falta de ella, porque sólo quien ha vivido ciertas calamidades tiene la voluntad de evitar que se vuelvan a repetir.

(juan pantano)

domingo, enero 02, 2005

Sonrisa



Durante algún tiempo guardaba una foto de una viejecita sentada, de perfil, ante una máquina de coser. Le encontraba cierto parecido conmigo y me decía que así me gustaría ser en mi vejez.
Por algún sitio anda extraviada.
Ahora miro otra, de una señora de negro, sentada a la puerta de su casa, con las manos entrelazadas en el regazo, mirando de frente y con la sonrisa en los labios. Así me propongo ser, y con pañuelo, además.
(Es que son una especie en extinción, y no lo digo por la estética, sinó por un modo de vivir que se está extinguiendo también).

Me gusta la vejez. Lo malo es que se me están yendo.